Su jefe lo llamaba varias veces al día y en cada conversación que mantenía se sentía más y más agotado. Empezó a sentirse desvitalizado, su sistema inmune empezó a flaquear.
Pablo era una persona que jamás se ponía enferma, sin embargo, ahora cogía todos los virus que pasaban cerca de él, catarros, problemas digestivos, dolores musculares… Percibía además cómo poco a poco sus ganas de experimentar y disfrutar de la vida se iban apagando. Lentamente iban introduciéndose en su mente pensamientos que no reconocía en él pero que había visto en otras personas: apatía, falta de motivación, pesimismo…
Le realicé algunas sesiones de Regulación de Centros Vitales, que le ayudaron especialmente a limpiar su campo energético y a volver a reencontrarse con su energía, cortándole enganches energéticos que le afectaban negativamente.
Conforme fueron transcurriendo las sesiones fue encontrándose de nuevo como era él: vital, alegre y lleno de energía. Sus compañeros, sus clientes o su jefe ya no tenían acceso a su energía.
He comprado el libro y me parece fascinante