¿Qué son los estiramientos miofasciales?
Las fascias son envolturas que recubren nuestros músculos, huesos, articulaciones y órganos. El sistema fascial mantiene conectado a todo el organismo gracias a los nervios que están en él y que mandan la información al sistema nervioso central. La fascia puede perder parte de su movilidad por diferentes motivos, afectando al movimiento del músculo y de la articulación afectada.
Nuestras emociones afectan a nuestras fascias provocando que se retraiga y acorte la musculatura, dificultando la circulación sanguínea y finalmente produciendo dolor. Otro motivo son los trabajos sedentarios que realizamos en los que utilizamos solamente unos pocos músculos que nos sirven de apoyo durante gran cantidad de horas. Estos músculos se sobrecargan e involucran a las fascias acortándolas.
Los estiramientos miofasciales persiguen liberar los tejidos fasciales, ayudando a recuperar la movilidad que deben tener la articulación o los músculos implicados. Las manipulaciones que se realizan en esta terapia son muy suaves. Se percibe dónde se encuentra la restricción y con la respiración del paciente se va liberando paulatinamente las fascias afectadas
¿Qué son las fascias?
Es un sistema que informa al cerebro de cómo se encuentra el sistema muscular y articular en cada momento, es decir qué posición tenemos en cada momento. También dan lubricación a las diferentes estructuras para poder realizar los movimientos. Así mismo nos protege como si fuera un escudo ante posibles impactos que pudiéramos recibir y frente a disminuciones de nutrientes u oxígeno (típico caso que se suele dar cuando hay una contractura muscular y los tejidos musculares se hayan demasiado comprimidos).
El sistema fascial del organismo es una capa que cubre todo nuestro cuerpo. En el sistema músculo esquelético podemos decir que une el dedo gordo del pie con el cráneo. Esto significa que cuando existe una restricción en una parte del cuerpo, éste responde en su conjunto.
¿Por qué se acortan las fascias musculares?
Cuando se produce un acortamiento muscular, también se produce a nivel fascial. La fascia puede perder parte de su movilidad, viéndose comprometido también el movimiento que produce el músculo y la articulación. Cuando trabajamos con terapia fascial lo que perseguimos es liberar los tejidos fasciales, ayudando a recuperar la movilidad que deben tener la articulación o los músculos implicados.
Existen varios motivos por los cuales una fascia tiende a retraerse. Uno de ellos, de los más importantes, es el aspecto emocional. Las emociones afectan directamente a nuestro organismo, y las fascias son especialmente sensibles.
Nuestras emociones afectan a nuestras fascias provocando que se retraigan y acorten la musculatura, dificultando la circulación sanguínea y finalmente produciendo dolor.
Otro importante motivo son los trabajos sedentarios que realizamos. Utilizamos solamente unos pocos músculos que nos sirven de apoyo durante gran cantidad de horas. Es lógico que estos músculos se sobrecarguen e involucren a las fascias acortándolas. Lo mismo podemos decir en los trabajos repetitivos y en algunos deportes en los que se tiende a utilizar una determinada musculatura.
¿Cómo se aplican los estiramientos miofasciales?
Cuando trabajamos a nivel fascial primero comprobamos cómo se encuentran las fascias. Es decir, testamos el movimiento que poseen y hacia dónde se dirige la restricción. Cuando hay un movimiento de la fascia que se ve afectado, se desliza bien hacia un determinado lado pero hacia otro está restringido. Esto es lo que el terapeuta percibe.
Una restricción fascial no sólo afectará a la zona donde se localiza, las fascias y músculos vecinos también se verán involucrados, pues su movimiento se verá limitado por la restricción principal. El dolor, por tanto, podrá aparecer en el área de restricción o en áreas vecinas.
Las manipulaciones que se realizan en esta terapia son muy suaves. Percibimos dónde se encuentra la restricción y con la respiración del paciente vamos liberando paulatinamente las fascias afectadas.
En una sola sesión es difícil que desaparezca toda la restricción fascial que pueda existir, pero sin duda liberaremos parte de ella.
Esta terapia también resulta muy interesante antes de realizar cualquier otra técnica manual. Al haber liberado parte de la restricción, conseguimos que cualquier manipulación de osteopatía, del método Columna Vitae, o de masaje resulte mucho más sencilla de realizar y sus resultados sean mucho más duraderos.
En mi práctica de consulta, utilizo la terapia fascial antes de cualquier manipulación, después continúo con el masaje y otras técnicas, como la aplicación de ventosas, por ejemplo.