Déficit de Frecuencia Lumínica (DFL)

Tratamiento RCV
Tratamiento energético con DFL en Manos que Curan, creado por Adras.

¿Qué es el déficit de frecuencia lumínica?

El creador de este tratamiento energético es Adras, investigador del mundo de la energética y la cromoenergía con 50 años de andadura en ese terreno.

El cuerpo humano está formado por átomos y minúsculas partículas entrelazadas entre sí por lazos energéticos.

La luz interactúa directamente a este nivel microscópico, modificando sutilmente la estructura electromagnética y provocando pequeños cambios químicos. Estos cambios pueden llegar a afectar a nuestras emociones, nuestros pensamientos y a nuestro cuerpo físico.

Cada frecuencia de luz (color) aporta a la persona unas propiedades. Cuando hay un déficit de una determinada frecuencia de color, la persona percibe unos síntomas.

Por ejemplo, la frecuencia de luz de color amarillo aporta energía mental, es decir, capacidad de análisis, memoria, razonamiento… Cuando tenemos un déficit de este color, nos sentimos faltos de ideas, dispersos, se nos queda la mente en blanco…

¿Por qué existe un déficit de un color?

El ser humano es un emisor y receptor de frecuencias energéticas, esto le lleva a estar sujeto a diferentes interferencias que se “cuelan” en su energía. Por el mero hecho de existir ya se provocan unas perdidas energéticas, que se verán exageradas si se soportan esfuerzos prolongados, o hay un exceso de estrés.

La DFL consigue paliar esos déficits energéticos que están vinculados con las perdidas de energía y que se traducen en cansancio, desvitalización o la confusión mental.

¿Cómo se aplica el DFL?

El tratamiento de DFL, a grandes rasgos, consiste en detectar las frecuencias de luz en las que la persona tiene un déficit y aplicarlas.

La audición de unas frecuencias de sonido adecuadas a la situación refuerza el tratamiento.

Aplicar color a las personas desde el punto de vista general y sin testar que tipo de color es bueno para esa persona en ese momento, solo puede llevar al desconcierto y a una mala absorción por parte del paciente.

Cada persona responde de una manera muy concreta ante un mismo color. Por ello es de suma importancia saber cual es el color específico que precisa ese paciente en ese momento.

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