La ansiedad
En un artículo anterior escribí sobre el insomnio. En este hablaré de la ansiedad. Generalmente ambas patologías están relacionadas.
La ansiedad es otra pandemia que actualmente estamos viviendo, sobre todo en los países occidentales.
Más de dos millones de españoles toman ansiolíticos a diario. El 6 por ciento de la población española acude a terapia por este trastorno.
Según mi opinión hay una gran cantidad de gente que no va a terapia pero sufre ansiedad.
Se calcula que el cuarenta por ciento de la población tendrá problemas de ansiedad a lo largo de su vida.
Cifras espeluznantes.
Creo que puedo hablar de la ansiedad por que yo también la he sufrido.
Y es realmente desagradable.
El corazón se te acelera.
Tu mente te lanza tres pensamientos a la vez.
Sientes inseguridad.
Todo te viene grande.
Te encuentras mal.
Soluciones
¿Qué hice para cortar con mi ansiedad (no era lo mío)?
Pues básicamente 4 cosas.
La primera es hacer ejercicio físico y a ser posible al aire libre: correr, levantar pesas, nadar. Cansar el cuerpo físico y asegurarme de que mi organismo recibía el oxígeno adecuado.
La segunda incrementar el tiempo que dedicaba a la meditación y la relajación. Calmar la mente.
La tercera intentar estar más en contacto con la naturaleza.
Y la cuarta y última aplicarme mi propia medicina y la que aplico a mis clientes.
Si es algo curioso. Estás cuidando de otras personas en una consulta y al final no te cuidas tú.
¿Y qué medicina me aplico a mí mismo?
Pues la terapia energética, por supuesto.
Junto con la terapia energética la osteopatía craneosacral y la auriculoterapia forman un arma terapéutica de primer nivel para luchar contra la ansiedad.
Una energía regulada no permite el paso ni a la ansiedad, ni a muchas otras cosas negativas para ti.
No digo que funcione al cien por cien de personas, pero si que lo hará con el 90.
Y dentro de ese noventa puedes estar tú (si tienes ansiedad claro).