¿Qué es la moxibustión?
La moxibustión forma parte de la medicina tradicional china, aunque es ampliamente utilizada en todo el mundo. Se utiliza para tratar muchas patologías, pero en este artículo nos centraremos en el uso terapéutico de dolencias musculares y/o articulares.
La moxa es la raíz de una planta llamada Artemisa. Esta raíz se deja secar y con ella se fabrican bien cilindros en forma de puros, o bien cilindros más pequeños que se adhieren directamente sobre la piel.
La forma de aplicación de la moxa varía dependiendo de si es una u otra. La moxa en forma de puro se aplica acercando esta a los puntos que nos interesen. Las moxas más pequeñas, se quedan en los puntos que hayamos determinado anteriormente y se dejan quemar en esa zona. En los dos casos se encienden y el calor que desprende en su combustión es el valor terapéutico que poseen.
¿Para qué sirve la moxibustión?
El poder del calor que desprenden las moxas en su combustión es el factor terapéutico más importante. Aunque hay investigaciones que parecen demostrar que la luz específica de la moxa estimula los biofotones de las células, mejorando la comunicación existente entre ellas. La moxa es un gran estimulador circulatorio, por lo cual es una excelente herramienta en la aplicación antes del masaje, pues favorecerá las posteriores maniobras que realicemos.
Favorece la curación de todas las patologías que se derivan del frío: hombro congelado, lumbalgias o cervicalgias después de una exposición al frío o a corrientes de aire, falta de riego sanguíneo, en patologías degenerativas como la artrosis, …
Nunca se debe aplicar en procesos inflamatorios de cualquier tipo como en contusiones musculares recientes o cuando la persona está pasando por un proceso febril.