Hay una ley kármica inalienable que pertenece a la energética que nadie se puede saltar y eso incluye a las élites y su sistema. Cuando hablo de las leyes kármicas, me refiero a las leyes de causa y efecto, que se dan universalmente. Seguramente habrás oído hablar del libre albedrío, pero ¿qué significa? Una definición sencilla del libre albedrío señala que los seres humanos tenemos libertad tanto de pensamiento como de obra para emprender las acciones que creamos oportunas de acuerdo a esos pensamientos.
Por otro lado, esta ley kármica prohíbe coartar la libertad de cualquier ser humano. Si lo haces, te estarás cargando con karma negativo. ¿Cómo evitan las élites cargarse de esa negatividad kármica? Consiguiendo que, de una forma sutil, aceptes de antemano una realidad que nunca elegirías. Para ello, utilizan la programación predictiva. Este método nos muestra futuros probables y que, de forma inconsciente, aceptamos como válidos, por muy distópicos que parezcan. ¿Cómo lo consiguen? Utilizando medios de comunicación y de entretenimiento masivos como el cine y las series televisivas.
Los medios de comunicación son los encargados de lanzar noticias negativas que se pueden hacer realidad en el futuro. En nuestra ingenuidad mental, pensamos que de algún modo se encontrará la fórmula mágica para que esa noticia negativa nunca llegue a producirse. Sibilinamente, ya forma parte de nuestra realidad futura.
En muchas series y películas se presenta un futuro distópico. Al verlas, pensamos que lo que nos muestra la pantalla no llegará a producirse jamás. Sin embargo, nos está mostrando una posible realidad futura para que la aceptemos sutilmente.
Tenemos infinidad de series y películas como ejemplo. Es el caso de Black Mirror, entre otras muchas. La saga de Terminator, donde las máquinas y la tecnología desplazan y aniquilan al ser humano; Her, que nos narra la historia de un hombre que mantiene una relación amorosa con un programa informático; La Carretera nos traslada la historia de supervivencia de un padre y su hijo en un planeta desolado. Estos son sólo unos ejemplos de la ingente cantidad de películas y series sobre este tema.
Solemos pensar que la mente humana es muy inteligente, creativa e imaginativa y en algunos aspectos lo es. Pero la realidad es que una mente no puede imaginar un hecho o situación que no se encuentre en algún plano de existencia como el campo astral. Por eso, no te dejes engañar, no te están mostrando ciencia ficción, te están enseñando futuros probables para que los aceptes y puedan interferir en tu libre albedrío con tu consentimiento.
Extracto del libro «Matrix distópica. La verdad es políticamente incorrecta»