¿Qué es la aromaterapia?
La aromaterapia es la terapia que a través de los aceites esenciales y esencias extraídas de plantas aromáticas y medicinales contribuye a mejorar el estado de salud.
Los aceites esenciales se obtienen de dos formas, dependiendo de la parte de la planta a utilizar. Destilación al vapor, al someter a la planta a una destilación al vapor de agua en un alambique. Mecánico, cuando la planta es sometida a presión.
Las plantas aromáticas poseen la cualidad de producir esencia en sus órganos productores (hoja, flor, semillas…) De una misma planta se pueden obtener diferentes aceites esenciales dependiendo de la parte de la planta que se utilice, como por ejemplo del naranjo: la flor da aceite esencial de azahar, y el fruto da aceite esencial de naranja.
Los criterios que se buscan en un aceite esencial son la especie botánica exacta, el órgano productor (ejemplo del naranjo) y el quimiotipo, es decir el hábitat de la planta (altitud, latitud, temperatura) pues ésta puede variar la composición de la planta.
Los únicos y verdaderos aceites esenciales son los elaborados con plantas y con los dos sistemas que hemos visto anteriormente: destilación al vapor de agua por baja presión o prensado en frío. Sólo estos dos métodos garantizan un aceite esencial 100% puro y natural.
Origen de la aromaterapia
Los aceites esenciales son la esencia misma de la Madre Naturaleza. En todas las culturas ancestrales han utilizado las plantas (flores, raíces, hojas) para diferentes aplicaciones. Las utilizaban los iberos en la península, los egipcios, los romanos y también los antiguos habitantes de Asia.
A partir del siglo XVI se empiezan a usar aceites destilados para la creciente industria de perfumes. El origen terapéutico de los aceites esenciales comienza a principios del siglo XX, cuando el químico francés René Maurice Gattefosse investigando éstos sufre una quemadura en su mano. Trata su mano con aceite esencial de lavanda y experimenta un alivio y una recuperación vertiginosa.
¿Cómo se usan los aceites esenciales?
La vida media de un aceite esencial es de un año a partir de la apertura del frasco que lo contiene. Los recipientes deben de ser de cristal de color marrón o ámbar. Si lo guardamos en el frigorífico la vida media se amplía hasta los dos años.
Al utilizarlo debemos tener precaución de que no contacte con los ojos, ni con las mucosas (nariz, labios). Los aceites esenciales no son sustancias que se puedan ingerir. No se debe tomar el sol después de su utilización.
Los aceites esenciales actúan dentro del organismo humano a través de la absorción que se realiza por la piel, de ahí pasa al torrente sanguíneo, por eso son muy apreciados en el masaje. También actúan a través de la inhalación del aceite aplicado bien en vahos o en un quemador. Cada aceite esencial actúa de una forma física y también tiene un aspecto psico-emocional.
Usos prácticos
Para utilizarlos en masaje basta con añadir 3 ó 4 gotas del aceite o aceites esenciales elegidos. Previamente habremos utilizado un vehículo portador de la esencia, que puede ser una crema de masaje o un aceite.
Otra buena opción es utilizarlos en baños aromáticos. Basta con añadir 4 ó 5 gotas de la esencia elegida al baño. Se pueden mezclar esencias pero sin sobrepasar las 7 u 8 gotas.
Las inhalaciones son muy útiles para los problemas relacionados con las vías respiratorias. La menta y el eucalipto son los más indicados. Se añaden de 5 a 8 gotas en un recipiente con agua hirviendo y se respiran los vapores con una toalla sobre la cabeza.
Por último se pueden utilizar también en evaporación, utilizando de 3 a 4 gotas mezcladas con agua en un difusor de esencias, que al calentarse hará que se evapore la esencia elegida.
El efecto que produce un aceite esencial en una persona depende de varios factores:
La forma de aplicación
La edad, el sexo, la personalidad de persona que recibe el aceite esencial.
El estado de ánimo de la persona.
Las asociaciones que puedan hacer las personas con ese aroma.
Los aceites esenciales nunca se utilizan puros sobre la piel en masaje. Se utilizan con otro aceite vegetal o crema que sirva de base. La utilización de un aceite esencial puro en cantidad considerable puede causar lesiones cutáneas.
Usos de los principales aceites esenciales
– Árbol de Té: Es bactericida y cicatrizante, antiséptico, antiinflamatorio y además neutraliza el mal olor corporal. Para el cuidado de los pies se pueden añadir 3 gotas en una cucharada sopera de aceite de almendras dulces u oliva. Se mezclan bien y después se masajean los pies.
– Bergamota: Ayuda a la cicatrización y a la regeneración celular, en difusión atmosférica ayuda a combatir el insomnio en personas con un temperamento nervioso y es un estimulante digestivo.
– Ciprés: Buen circulatorio. Combate la celulitis y las varices. Un buen modo de utilizarlo es mezclar 15 gotas con aceite de almendras dulces o de oliva, agitar bien y aplicarlo por todo el cuerpo para combatir la sudoración excesiva.
– Eucalipto: Es refrescante y estimulante. Alivia el dolor muscular y se asocia muy bien con el romero y la menta para tal fin. Es repelente de insectos. Es de gran utilidad para las infecciones respiratorias.
– Hinojo: Reductor y anticelulítico. Expectorante y estimulante circulatorio. Aporta fuerza en momentos de adversidad. Ayuda en problemas intestinales favoreciendo el movimiento peristáltico del intestino grueso, combatiendo el estreñimiento.
– Incienso: Es el aceite esencial por excelencia de la relajación y de la meditación. Combate la ansiedad y descongestiona las vías respiratorias.
– Lavanda: Uno de los aceites esenciales más conocidos y apreciados. Es analgésico, relajante, equilibrador de la piel, ayuda a conciliar el sueño y alivia en picaduras de insectos y quemaduras. Para aplicar un masaje relajante, aplicar 6 gotas de aceite de hipérico junto a 3 gotas de lavanda y aplicar un suave masaje en el plexo solar (parte alta del abdomen).
– Limón: Es tónico. En difusión atmosférica desinfecta el aire. Equilibra el sistema nervioso. Alegra y refresca.
– Mandarina: Es relajante. Ayuda a conciliar el sueño. Levanta el ánimo, alegra y equilibra. Para un baño relajante mezclar 5 gotas con una cucharada de aceite de oliva o de almendras dulces y añadir a la bañera.
– Salvia: Es antiinflamatorio. Es sedativo y tiene propiedades relajantes. Alivia en el dolor menstrual. Favorece la apertura emocional. Facilita la cicatrización de las heridas y las lesiones cutáneas.
Cada aceite tiene sus propias cualidades y no todos sirven para todo. Os indico unos cuantos consejos de utilización de éstos.
¿En qué utilizarlos?
– En patologías o problemas circulatorios: ciprés, geranio, hinojo, limón y menta.
– Dolor muscular: clavo, eucalipto, manzanilla, pino, tomillo y menta.
– Contra la depresión: naranja, salvia e ylang-ylang.
– Para mitigar el insomnio: manzanilla, ylang-ylang y lavanda.
– Artrosis: canela, incienso, jengibre, pino y romero.
– Relajantes: manzanilla, sándalo, lavanda y enebro.