La energía creada por el ser humano
Solemos oír a menudo muchas frases que hacen referencia a la energía: “tal o cual persona tiene buena energía”, “tal sitio tiene mala energía”, “estoy bajo de energía” … Pero, ¿sabemos realmente de lo que estamos hablando? ¿tenemos conciencia de estas palabras?
Vivimos en un mundo rodeado de múltiples movimientos energéticos. Empezando por los que forman una parte física y que utiliza el hombre en su vida diaria: la energía eléctrica, la energía fósil (petróleo, gas, carbón), la energía eólica, la energía hidráulica…
Siguiendo también por las energías residuo que dejamos en la atmósfera y en todos los campos: la contaminación que producen los hidrocarburos, los residuos energéticos que dejan las antenas de telefonía y las redes de internet, sin olvidarnos las redes eléctricas que pueblan las ciudades y los campos.
Simplemente no podemos escapar de las energías. Las utilizamos y ellas nos contaminan.
La comunicación llega a todos los sitios hoy en día. Todos tenemos un teléfono móvil y conexión a internet, no nos imaginamos la vida de otra manera. Esto tiene unos aspectos indudablemente positivos, pero también tiene efectos negativos.
Los teléfonos móviles que utilizamos reciben su señal gracias a las ondas electromagnéticas, estas ondas no dejan de ser una energía. Puede que un teléfono móvil sea pequeño, pero tiene su influencia energética. Por favor no durmáis al lado de ellos y no los llevéis cerca de puntos vitales (en un bolsillo delantero por ejemplo afecta al corazón).
Intercambio energético entre personas
Cuando venimos a este mundo, venimos con un paquete energético completo. Conforme vamos creciendo nuestra interrelación con el resto de personas va aumentando, vamos haciendo más amistades y tenemos nuestras primeras experiencias de pareja.
En todas las relaciones se produce un intercambio energético. Una persona se hace amiga de otra, la cual tiene la frecuencia energética que le va bien en un aspecto a la una y puede que en otro a la otra. Entonces hay un intercambio energético entre las dos que puede llegar a ser beneficioso o desestabilizador para una de las dos personas.
Cuando conocemos a otra persona se produce un intercambio energético. Generalmente nuestro campo energético enseguida detecta si el campo energético de la otra persona es afín al nuestro o no lo es. De ahí vienen frases populares como: “fulanito me da buena energía”, “menganita desprende mala energía”…
En un acto social, si la energía de la persona no nos gusta simplemente la daremos de lado y será suficiente para que no nos perjudique. Pero podemos tener el problema de tener que coexistir con una persona cuya energía no nos es afín. Por ejemplo, puede que en nuestra actividad laboral nuestro compañero de al lado o nuestro jefe tengan una energía muy dispar a la nuestra, y en consecuencia esto consuma nuestra propia energía.
Energías grupales o egregors
Vamos a hablar ahora de un tipo de energía más poderosa que la que pueda poseer una persona por ella misma, me refiero a las energías grupales o egregors.
Como su propio nombre indica su principal poder emana del grupo. Este tipo de energía puede llegar a ser muy nociva si en los individuos que forman ese grupo la idea que impera es negativa. Por desgracia hay bastantes ejemplos de esto. La energía que se apoderó del pueblo alemán cuando Hitler se alzó con el poder es un claro ejemplo. Otro es toda la energía que se apodera de grupos fanáticos religiosos o terroristas.
También podemos ver ejemplos menos nocivos: los seguidores de un equipo de fútbol, los componentes de un partido político, etc. Algunas empresas también aprovechan este tipo de energía para tener una mayor cohesión entre sus empleados y una mayor productividad.
También existe un aspecto positivo de esta energía, un ejemplo son los grupos que trabajan por un bien común. Por ejemplo la asociación de Alcohólicos Anónimos,, una entidad que utiliza la energía del grupo para salir de la dependencia del alcohol.
Si deseas saber mas sobre la energía que te rodea y la tuya personal, te recomiendo que leas El Poder de tu Energía..