¿Que es la estimulación cutánea continua?
La Estimulación Cutánea Continua (ECC) nace de la mano del Dr. Tikara Otomo, doctor de quien tuve la suerte de aprender el método.
Consiste en dejar insertadas en la piel de la zona conflictiva pequeñas piezas metálicas, similares a una chincheta. Una mínima invasión es suficiente para provocar una reacción que estimula un aumento del flujo sanguíneo en la zona, reduce la inflamación y detiene el proceso degenerativo.
Es particularmente útil en el tratamiento de la artrosis de las vértebras. Actúa sobre el dolor y sobre todo, en la detención del proceso que lo genera.
¿Para qué sirve la estimulación cutánea continua?
Veinte años de práctica han demostrado la eficacia de este método. Cuando los dolores proceden de la masa muscular o ligamentosa, el cese es inmediato. Cuando la causa se halla en neuralgias compresivas (ciáticas), la capacidad resolutiva del método es superior a la de los corticoides y los antinflamatorios. En los procesos degenerativos de las vértebras, la estimulación cutánea continua aporta una mejoría gradual que se evidencia en una deambulación más ágil y en la progresiva desaparición del dolor.
La eficacia de este método terapéutico se basa en que no sólo actúa como analgésico sino que incide favorablemente sobre la causa que lo produce.
¿En que patologías es útil la ECC?
- Particularmente útil en casos de dolor de columna (cervical, dorsal o lumbar) de diversa causa: artrosis, hernias discales, pinzamientos, contracturas, ciáticas…
- Dolores provocados por tendinitis o radiculopatías.
- Fibromialgia.
- Cefaleas tensionales.
- Fascitis de diversas localizaciones.
- Dolores articulares de rodillas, hombros. codos o muñecas.