El creador de la Cromoenergía
Conocí a Adras en marzo del año 2011. Recuerdo la primera vez que lo vi, irradiaba una energía cercana y afable. Jamás hubiera podido imaginar el impacto positivo que tendría en mi vida.
Adras es una persona, que para bien o para mal, siempre va dejar una impronta en las personas que se acerquen a él.
Por aquel entonces estaba inmerso en todos los estudios relacionados con el beneficio que tiene la aplicación del color y la geometría en la salud mental, emocional y física de las personas. Buscaba y buscaba intentando hallar la fórmula mágica que fuera capaz de arreglar todos los problemas de la gente.
Con el paso de los años me he dado cuenta de que no existen formulas mágicas. Existe el trabajo coherente y la sabia aplicación basada en los años de experiencia y estudio.
Cuando empecé a recibir sus enseñanzas, supe de forma instintiva que mi búsqueda había terminado. De su mano aprendí que es lo que realmente significa la aplicación de frecuencias lumínicas en el ser humano y también los maravillosos resultados que se obtienen con su uso.
También me instruyo en el poder que poseen la sabía combinación de gemas y la plata para crear joyas capaces de devolver la armonía energética en las personas. Hasta el día de hoy sus enseñanzas han ayudado a cientos de personas que han pasado por mi consulta, y lo seguirán haciendo.
Seres de luz
En un mundo donde los avances científicos y la tecnología quiere engullir a los seres humanos, Adras nos recuerda que somos seres de luz y que tenemos que actuar como tales.
Hasta la fecha ni la ciencia, ni la tecnología han impedido que nuestro planeta este al borde del colapso. Tampoco han impedido (¿la han creado?) la aparición de pandemias, de desigualdad, guerra o violencia de todo tipo. Solo recordando lo que somos tendremos posibilidades de hacer un mundo más humano.
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