Uno de los primeros recuerdos de mi infancia es el impacto positivo que causaban en mí los bosques y los grandes árboles. Veía los grandes ejemplares arbóreos como seres benevolentes que me protegían, trasmitiéndome paz, seguridad y armonía. En el colegio donde estudiaba solía refugiarme al lado de un gran castaño cuando me sentía solo o en peligro. Por desgracia en mi adolescencia perdí ese contacto arbóreo y me empecé a interesar por cosas mucho menos productivas.
Tarde varios años en darme cuenta de mi error, pero al final volví a refugiarme en los árboles. La vida te pone encrucijadas para que descubras tu propia verdad. Si en este plano físico existen seres verdaderamente iluminados son los grandes árboles, que representan la esencia de la energía natural que es la Tierra.
En el pasado todas las civilizaciones han respetado y venerado a los árboles. En Europa, quizás los que más los que más constancia dejaron fueron el pueblo Celta, sin olvidar la importancia que tenían entre los nórdicos, las tribus germánicas y la cultura griega en la vertiente mediterránea. Los celtas consagraron su calendario a los árboles, otorgándole al druida de cada tribu el poder de comunicación con cada especie arbórea. Estos recogían los mensajes que los árboles les trasmitían para la supervivencia y el beneficio de la tribu. Los nórdicos tenían en el fresno perenne Yggdrasil la conexión hacia otras vidas y otros planos.
Actualmente los seres humanos desconocen en su gran mayoría la verdadera naturaleza de los árboles, que junto con los otros elementos de la Naturaleza hacen posible la vida para la raza humana en el planeta Tierra. En este capítulo pretendo que entiendas que los árboles son seres vivos, cada uno de ellos con unas características y personalidad propias. Merecen nuestro respeto como seres que dedican su vida a la supervivencia de los demás de forma generosa y desinteresada. Si sabes acércate a ellos encontrarás un amigo en el que poder confiar y del que podrás beneficiarte sin pedirte nada a cambio. Espero que estas palabras sirvan para que muchas personas sepan relacionarse con la Naturaleza de una forma más respetuosa y civilizada.
Los árboles poseen la capacidad innata de limpieza energética, pero cada especie arbórea tiene unas características muy específicas, aunque todos ellos se nutran de la Madre Tierra. Cada árbol posee unas particularidades muy definidas físicamente lo que le confiere también una emanación energética característica propia. Te invito a que te acerques a los diferentes ejemplares de árboles y descubras lo que pueden aportarte cada uno, te sorprenderán.
Extracto de El Poder de tu Energía.