Podemos denominar esencia a lo que comúnmente llamamos alma o espíritu, sin que sea ésta una definición perfecta.
La esencia es la que decide el momento de nuestro nacimiento y da las características energéticas y físicas principales a cada persona.
Como podrás ver cada persona tiene una estructura física determinada, ésta viene dada por la esencia, que también configura la personalidad, el carácter y la intuición.
Es también la encargada de mandar los diferentes inputs informativos a través de la intuición, enviando información del camino que deberíamos seguir, tal y como he explicado anteriormente. Asimismo, da un valor espiritual, moral y ético a las personas permitiendo distinguir perfectamente entre el bien y el mal, entre otras cuestiones.
Hoy en día muchas personas viven desconectadas por completo de su esencia, aunque no es nada extraño. Para que ocurra esta desconexión tienen que darse varias circunstancias que son moneda de cambio habitual en estos momentos.
Por un lado, tenemos las diferentes corrientes ideológicas o de pensamiento que los medios de comunicación y las redes sociales se encargan de difundir. Como ejemplos tendríamos los nacionalismos, la política, las identificaciones sexuales y un largo etcétera.
Como ejemplos tendríamos los nacionalismos, la política, las identificaciones sexuales y un largo etcétera.
Estas tendencias logran que las personas se asocien con estas ideas desenchufándose de su esencia, descartando casi por
asocien con estas ideas desenchufándose de su esencia, descartando casi por completo la espiritualidad o teniéndola como un mero entretenimiento.
Extracto del libro El Poder de tu Energía.