Como norma general pocos son los seres humanos que se plantean si existían antes de venir a este mundo físico.
Generalmente el común de los mortales piensa que se encuentra aquí, en el planeta Tierra, porque un día sus padres decidieron tener descendencia, o bien porque en el momento en que fueron engendrados, sus progenitores tuvieron un “accidente” y no utilizaron correctamente medidas anticonceptivas, en el caso de que pensaran en utilizarlas.
Los seres humanos no venimos al planeta por casualidad, todo está perfectamente planificado cuando un niño viene a este planeta. Para que un ser humano se plasme físicamente han de darse muchos aspectos energéticos que es casi imposible que se den de forma fortuita.
La energía ni se crea, ni se destruye, por tanto, nosotros los seres humanos no hemos podido haber salido de la nada en el momento de nuestra concepción y nacimiento. Deben existir fuerzas poderosas para que este hecho se dé.
La explicación la encontramos en la consciencia. Desgraciadamente en la actualidad los niveles de consciencia que está atravesando la humanidad en su conjunto, son más bien escasos y aunque sí que es cierto que hay muchas personas que están despertando de su letargo de consciencia, también lo es que su número es muy inferior a las que están aletargada
El entorno material en el que nos desenvolvemos es muy denso y nuestras obligaciones materiales demasiadas. Para desenvolvernos en este entorno necesitamos un ego, una personalidad que se relaciona en este entorno físico y que se encarga de todas las vicisitudes que tienen que ver con nuestra subsistencia material.
El problema aparece cuando nos identificamos tanto con él (el ego), que ya no queda espacio para que nuestra consciencia interior tenga la capacidad de expresarse.
El ego tiene varias armas muy poderosas para tapar e inhibir la consciencia. La primera es la ignorancia, la mayoría de la gente ignora que se puedan alcanzar niveles más profundos de consciencia, algunos individuos incluso desconocen que poseen una consciencia.
La segunda es el miedo, cualquier miedo que tengas está relacionado con la muerte física. El ego sabe que está estrechamente relacionado con la materia -cuerpo físico-, por tanto, conoce perfectamente que cuando el cuerpo muere él está predestinado a desaparecer.
Cualquier amenaza para la subsistencia material o para la integridad física que detecta el ego, genera miedo en la persona, porque en su ignorancia cree que es un peligro de muerte. La tercera es la obsesión por los bienes materiales o por el placer. Y la cuarta es el egoísmo, el ego es egoísta por naturaleza.
Extracto del libro Consciencia entre vidas